Consejos para disfrutar de un bronceado bonito este verano

Quedan unos pocos días para que llegue el verano y seguramente a muchos de nosotros vamos a querer coger un poco de color, ¿o no? Pero para ello, es importante preparar bien la piel antes de exponerla al sol. A continuación algunos consejos prácticos y útiles para que puedas lucir un bronceado bonito y duradero este verano.

Peeling para preparar la piel

Recuperar la luminosidad de la piel eliminando las células muertas y estimulando la renovación celular con una exfoliación en cuerpo y cara, una vez a la semana o cada 15 días, un mes antes de la exposición al sol.

Ten en cuenta que una exfoliación o peeling no nos ayudará a poneros más moreno, pero si a tener un bronceado más uniforme y bonito. Igualmente, evitar el realizarse un peeling justo antes de ponerse bajo el sol, ya que durante los primeros días tras la exfoliación la piel se queda frágil y vulnerable frente a los rayos ultravioleta del sol.

Atención: elegir con cuidado el peeling en función del tipo de piel. Una piel fina soportará peor una exfoliación media o profunda que una piel más espesa o mediterránea. Y tampoco es bueno abusar del peeling si tienes una piel seca.

Hidratar la piel

La hidratación es la base de una piel sana, sobre todo después de un peeling. Elegir una hidratación adaptada a nuestro tipo de piel en el formato que más nos guste: crema, leche, serum, etc. Lo importante es hidratarse la piel diariamente después del baño.

Para el que no lo sepa, una crema hidratante no ayuda a proteger la piel de los efectos nocivos del sol. Ayuda a reparar la epidermis tras la exposición solar en verano, ya que los rayos ultravioletas, el agua de mar y el cloro, y la arena tienen un efecto irritante para nuestra piel.

El fotoprotector o bloqueador solar es el mejor modo de proteger la piel del sol. Cuando mayor sea el factor de protección solar (FPS), más protegidos estaremos. Recordar que por debajo de un FPS 10, la protección es casi inexistente. Es recomendable un FPS superior a 30 para limitar los efectos negativos del sol, y 50 para las pieles más sensibles.

Beber 1 ½ a 2 litros de agua diarios. Las cremas hidratantes ayudan a frenar la pérdida de agua de nuestro cuerpo, pero no aportan. Por ello, es fundamental para tener una piel hidratada beber suficiente agua.

Una alimentación rica en carótenos y en vitamina C ayudan a preparar la piel para el sol

Tener una piel hidratada y bonita pasa por una correcta alimentación. Si quieres lucir una bonita piel apostar por una alimentación rica en betacarótenos y vitaminas.

Melón, zanahoria, verduras de hoja verde, boniato, albaricoque, brócoli, mango, son alimentos muy ricos en betacarótenos y ayudarán a preparar la piel contra los rayos ultravioletas del sol gracias a su acción antioxidante. Los alimentos a base de de carótenos aportan a la piel un color anaranjado, lo que proporciona un bronceado más natural. Sin embargo, las propiedades de estos alimentos no evitan, en ningún caso, de utilizar un fotoprotector o bloqueador solar.

Beber un zumo de naranja-kiwi-zanahoria cada día, un mes antes de irnos de vacaciones, nos ayudará a tener un bronceado más bonito.

También, la vitamina C nos ayudará a proteger nuestro sistema immunologíco del envejecimiento prematuro de la piel que producen los rayos solares. Perejil, grosellas, fresas, frambuesas y pimientos son alimentos ricos en vitamina C.

¿Qué pasa con los autobronceadores?

Los autobronceadores son una buena alternativa cuando uno quiere parecer moreno pero aún no se ha expuesto mucho a la acción del sol. No son peligrosos para la salud y el truco es utilizar el autobronceador al principio de las vacaciones, cuando la piel esta aún poco habituada a los rayos solares. En lugar de ponerse mucho tiempo bajo el sol, ir progresivamente y “disimular” aplicando un autobronceador por la noche después de la playa. Recordar que las primeras exposiciones al sol deben ser progresivas para obtener un bronceado más bonito y natural.

Atención: un autobronceador no protege de los efecto nocivos del sol porque no hacen que la piel produzca melanina, el pigmento que nos protege de los rayos ultravioletas.

¿Y las cabinas de rayos UVA?

Evita las cabinas de rayos UVA en la medida de lo posible. De hecho, aunque los rayos UVA son los transmisores de la vitamina D, pueden ser muy malos para la piel, en particular las personas con una piel clara y sensible. Recurrir a los rayos UVA artificiales antes de los 30 años multiplica por 10 el riesgo de padecer cáncer de piel. Por ello, antes de recurrir a una cabina de rayos UVA, solicitar el consejo de un dermatólogo.

Dra. Gilene Margarita Durán
Dermatóloga, especializada en Medicina Estética
INSTIMED - España